martes, 17 de abril de 2012

Primer Halloween





Menos de tres meses y Baby Girl ya tenía su primera invitación a una fiesta de disfraces. Un baby halloween organizado por una de mis amigas todopoderosas, de esas que son mamás y organizan fiestas al mismo tiempo.
La verdad es que no tengo los mejores recuerdos de Halloween. Más bien, no tengo muy buenos recuerdos de las fiestas de disfraces. De chica, cuando me tenía que disfrazar para un cumpleaños, me acuerdo que siempre terminaban arreglándome algo de última hora, porque obviamente y con toda razón mi mamá no tenía tiempo para zurcirme un traje de hada. Así que de una forma u otra, siempre terminaba con el mismo disfraz que nunca fallaba: gitana. ¿Qué mamá no tenía una falda larga, un pañuelo y unos aros de argolla? Si mal que mal ¡eran los ochenta! Por suerte siempre había otra gitana en el cumpleaños y secretamente nos mirábamos compartiendo nuestra desdicha.
Ahora Halloween. La verdad es que en Chile, la fiesta de las brujas no se celebraba mucho en ese tiempo pero poco a poco entre Salvado por la Campana y otros hits televisivos de los 90, nos fuimos americulturizando y la calabaza de la feria empezó a tener otra connotación a parte de la cazuela. Me acuerdo de mi  primer Halloween. Mi amiga nos invitó a su casa porque en su barrio había varios niños que se habían organizado para pedir dulces. Había que pensar en el disfraz (que no podía ser de gitana porque eso no era terrorífico). Mi grupo de amigas decidió que la temática serían Los Locos Addams, entonces nos teníamos que repartir los personajes. A mí me adjudicaron Pugsley el hijo gordito de los Addams (súper buena onda mis amigas).
Bueno, esta vez sería el primer Halloween de Baby Girl, así que tenía que hacer algo al respecto. El 30 de Octubre fui a comprarle un traje de calabaza a Baby Girl. Después de recorrer todas las tiendas infantiles me fue imposible encontrar algo porque estaba todo agotado. Todas los trajes de calabaza de 0 a 12 meses habían sido arrasados por otras mamás, y digámoslo bien, por mejores mamás que yo que se habían organizado con tiempo. El primer Halloween de mi hija y la iba a tener que disfrazar de gitana. Pero no me rendí. Si no había disfraz, yo se lo iba a hacer. Recorrí el supermercado buscando cosas de Halloween que me sirvieran para hacer un disfraz. Un poco ambicioso para alguien que tuvo promedio 5 en artes plásticas. Pero en fin, lo único que encontré con potencial fueron unos platos de cartón con unas calabazas. Después de usar unos 6 platos, terminé recortando la calabaza y la pegué en una polera de Baby Girl. Me quedó bien bonita la polera aunque para mis adentros me seguía sintiendo una mala madre.
Cuando llegué a la fiesta, todas las guaguas estaban disfrazadas con todos los trajes que yo no encontré, Damn!
Baby Girl se veía muy bonita con su disfraz, aunque la calabaza de cartón ya se estaba despegando y estaba colgando de una de las esquinas. Tuvo harta aceptación mi disfraz, después de todo fui la que le puse más empeño. Pero no le vamos a decir a Baby Girl que ese fue su primer Halloween, mejor me reivindico el próximo año ¡espero que no se acuerde!

3 comentarios:

  1. yo encuentro buenisimo el primer halloween di Baby Girl!!

    (y vivan las tetas!!! jii ji ji)

    besitosss
    MaK

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  2. Me gustó el primer haloween de Baby Girl, creo que es más meritorio el disfraz de calabacita esforzado que haber invertido unas lucas en un disfraz producido... Sabes que te recuerdo vestida de hijo de los Locos Adams... Me tinca que acompañé al papá a dejarte a la casa de tu amiga, porque me acuerdo perfecto de ese momento, tenemos que haber sido bien chicas eso si, pero te recuerdo vestida así!

    Muchos besitos, quedo a la espera de la próx. actualización del blog...

    Fran.

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